No hay que preocuparse por aquellas personas que ya no quieren formar parte de nuestras vidas...
Hemos perdido personas muy queridas que en su momento representaron el mundo entero para nosotros y aún así...aqui estamos... aprendiendo el desapego, aprendiendo a vivir una vida profunda, plena y consciente... Una vida llena de esos valores que realmente importan para el logro de la verdadera felicidad, aquella que solo nace del gozo y la Paz interior...
Lo único real en el mundo es el cambio y la transformación, y en cada momento, en cada instante vibran las posibilidades del cambio, de la transformación ...hoy brilla el sol y mañana nos cobija la lluvia... Las posibilidades de cambio en nuestras vidas vienen y van, y nos invitan a fluir con él, amándolo, aceptándolo... pues cada momento es único, perfecto y lleno de infinitos aprendizajes, sólo esperando por aquellos que se atrevan a sumergirse en sus aguas, danzar al son de su música y fluir, fluir y fluir en sus aguas... las aguas que nos llevan al encuentro de una parte más elevada y verdadera en nosotros, que retira los velos de la mentira para que nazca nuestro ser auténtico, nuestro ser sin máscara, nuestro ser sin forma..